lunes, 27 de octubre de 2008

Ahora que quedas tú...

Que se vengan todos los miedos,
que se queden agolpados en mi cabeza,
que me ataquen el pecho,
que tú,
soplaste en mi frente y se fueron,
que hiciste un saludo a mi paz.

Que me tiemblen las manos,
que hagan tan torpe que no recuerde tocarte,
que no me dejen saberte,
que tú,
las guías tenue por tu pecho y por tu espalda,
con miradas llenas de finales felices.

Que se vuelvan todas mis angustias,
mis dolores de barriga en mitad de las ausencias,
que me sangren los párpados,
que tú,
calmaste en caricias todo mi ansia,
sentaste a mi lado el placer.

Que se acerquen enemigos,
pequeños y grandes, antiguos y nuevos,
que se encojan en mi cuello,
que tú,
ingeniaste con besos y paja un escudo,
aislaste el pasado de mi sonrisa.

Que se torne gris toda la playa,
que se olviden el cielo y la hierba, el mar y el fuego,
de sus instintos de color,
que tú,
pintaste en mi cuerpo figuras exactas,
con el pincel, hermoso, de tu pelo.

Que me titilen las dudas en los ojos
que me sirvan mi futuro despoblado,
que me aten las manos y me venden los ojos,
que tú,
bebiste mis tartamudeos con vida,
y me besas la boca y me sabe vivir.

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