Ya he vuelto de mis enormes vacaciones. Ya he vuelto y no quiero volver. Maldita sea. Tengo mucho que decir, pero lo tengo todo atascado en la garganta. Quizá necesite un poco de ron-desatascador, no le sé, ya se verá. El caso es que quiero decir muchas cosas, escribir muchas cosas, pero primero he de ordenarme. Si quieren saber algo sobre mi viaje a Santiago, pues les recomiendo que se pasen por Irribarreak lantzen. Ahí el amigo Ramón se lo está currando para poner un diario de ruta, un pequeño cuaderno de bitácora, con la inestimable ayuda de Miriam, cuyo fotolog, si me permite, les linkaré.
En cuanto a mis días de asueto en Salamanca, la tranquilidad ha reinado y bueno desconectar es fundamental. Eso sí, han sido acuñadas expresiones novedosas y divertidas. Bueno el caso es que ya volví. Así que primera gilipollez que vengo a dejar por aquí.
Tengo unos cuantos golpes de voz escritos, vamos un par de tresminutos. Ya se los pondré. Pero hoy venía a otra cosa. Un poco de darse cuenta de cosas...
- ¿Por qué no te olvidas de ella? Fíjate en cualquier otra chica, una que te pegue más. No seas cabezón.
- Pero no se trata de eso, no se trata de lo que me convenga, se trata de que lo que hay es lo que hay.
- Eso es una gran mentira, si quieres dejarlo estar, lo dejas, y pasas a cualquier otro lugar donde reposar.
- Es muy fácil y bonito decirlo, pero no estoy tan seguro...
- Que sí, que es muy fácil. Solo piensa en que quieres...
- Pero eso lo tengo claro.
- ¿Seguro?
- Sí, muy claro. Ella es esa persona que tienes ahí, por la que luchar, por la que decides darle un tiempo más a la vida. Pero ya tengo perdida toda esperanza, ella solo es una lucha personal y preciosa.
- Entonces ¿qué quieres?...
- Espera, deja que te siga contando. Pues eso, ella es una preciosa lucha, una hermosa esperanza. Pero yo ya estoy un poco viejo para esas cosas. Estoy un poco cansado de tiempos, esperas y sueños. Hace algún tiempo, que solo espero otra patada en el pecho. Solo espero y quiero que otra persona venga y me agarré sin miedo del corazón, tire de el y me diga, no preguntando eh, solo informándome, "me lo llevo, este corazón es para mí, si quieres, te dejo el mío."
- No te entiendo muy bien.
- Pues esto si que es muy sencillo. Ya no quiero princesas, ni estupendos sueños oníricos. Ya no espero que me salven de un mundo apagado. Solo espero alguien que decida tambalearme el alma, que me golpee sin piedad en mitad de todo. Solo quiero que alguien me diga "no consigo olvidarte, no puedo vivir sin tu aire y quiero darte todo el mío". Quiero que alguien me mire sin temor, sabiéndose igual, y me diga, "te amo, a ti y a tu piel y tu pelo, a tu cuerpo, a tus palabras y tus silencios. Te amo tanto como para olvidar que te amo y entregarle a tu escasez mi escasez." Tan solo espero un beso que signifique una vida y una caricia que mate dudas, esperanzas, penas y añoranzas. Tan solo alguien que quiera querer.
- Vamos, que solo quieres a alguien. ¿No?
- No, solo quiero que alguien venga y me lleve. Pero lo importante ha dejado de ser el alguien, lo importante es que me lleve.
- Pues no lo entiendo.
- Es que no tienes que entenderlo. Solo hay que sentirlo...