martes, 11 de marzo de 2008

Vicky

Resulta asombroso lo mucho que nos pueden aportar algunos instantes en una vida. Hoy he tenido uno de esos momentos que te descolocan, te hacen sentirte un poco mareado, y sumamente feliz al tiempo. Hoy una amiga con la que compartí momentos increíbles e inolvidables ha vuelto a pegarme una patada en toda la mitad del pecho. Hoy quiero recordar aquellos días de calor, de risas y de manos tendidas...

Se nos fue poco a poco llenando
el tiempo de recuerdos,
y el tipo de negro
nos fue alejando a mazazos del pasado,
y sin embargo a menudo te sientes extraño
al pensar,
que pudiera haber sido,
que pudiera haber estado
un año más
en el tiempo de los árboles cortados.

Recuerdo cigarros que no fumé,
sonrisas en fotos,
sombreros rojos ungidos de almas,
abrazos,
lágrimas y absurdos sueños cumplidos.

Recuerdo tres niñas adultas,
un comité de excepción preparado
en cada instante,
recuerdo el color de cada mirada,
y placer de cada gesto.

Se me olvidaron perdones,
no los necesito,
y sin embargo recuerdo los bailes,
mi mano en tu mano,
y en cambio,
tu mano en mi mano.
Porque recuerdo,
no tenía sentido mi alegría sin la vuestra,
y mi tristeza era pura en vuestra tristeza.

Vicky, esto es para ti, para vosotras. Fueron momentos enormes de mi vida. Aprendí de vosotras tanto que me sentía enormemente solo al marchar. Desde aquel día recuerdo la sirena varada. Recuerdo como si fuera hoy la despedida. Las lágrimas en el autobús al despedirme también de mis niños, mi última vez. Yo también guardo aquella gorra, y la camiseta destrozada con el 10 a la espalda. Vicky, no quiero ni perdones ni gracias, ha sido un placer enorme volver a saber de ti. Lo que no conservo, es aquel trozo de papel donde escribisteis aquella canción que tanto os gustaba (Oh padre, creo recordar), y que siempre llevaba encima, pero hace unos años bajo una lluvia de mil demonios se empapó y la perdí. Estaría encantado si volvieras a mandármela. Siento decir esto aquí, pero llevaba mucho tiempo sin saber que decir y hoy me has dado algo que sacar del pecho, gracias. Un beso enorme.