domingo, 10 de junio de 2007

Infinitas gracias por todo...

A veces resulta terriblemente complejo resultar agradecido. Muchas veces es difícil expresar la gratitud que sientes, y no siempre somos capaces de compensar el alma de aquellos a los que debemos algunas cosas. Yo no soy bueno en esto, a veces me resulta complicado expresar muchas cosas, algunas de ellas simplísimas para otras personas. Soy un claro ejemplo del clásico desagradecido. Digámoslo así, incluso no se valorar lo que el resto del mundo hace por mí. En fin, es muy duro, saber que ni siquiera la ironía me sirve como arma arrojadiza, que vida más complicada y difícil de vivir. Un brindis a su salud. Si es que el que nace gilipollas...

jueves, 7 de junio de 2007

Un café...

Es cierto que nunca se me dió nada bien escribir cartas. Es cierto, que no se me da nada bien decir las cosas como son, así que nunca lo haré. Soy un personaje ambiguo, incapaz de dar las soluciones a los problemas, sin plantear otro problema. Y así, va pasando mi historia, poco a poco sin decir nunca esto es así. Aún así la vida me va bien. Muy liado a veces, y muy triste otras veces. Y tenemos a medias un café, es cierto, no lo olvido, pero nunca saco un momento para tomarme un café conmigo mismo, así que imagínese. No siempre es sencillo acceder a una persona compleja, tan compleja como parece. No se, quizá sea cosa de que me hicieron así el tiempo y la desidia. No sé, le debo un café.

miércoles, 6 de junio de 2007

Ayer...

Ayer se terminó la curiosa tregua de ETA, y sin embargo ni siquiera leí el periódico. Ayer tuve mi examen de ingles y ni siquiera pensé en estudiar un poco. Ayer es posible que murieran muchas personas. Ayer es probable que murieran muchos niños y yo sin tan siquiera recordarles. Ayer salió el sol y yo andaba como a oscuras por la calle, como solo, como perdido. Ayer escuche una canción de Iván Ferreiro y no pensé en que decía. Ayer vi de nuevo "El viaje de Chihiro", y no tuve miedo de que me robaran el nombre. Ayer volví a abrir la "tercera" parte de Peter Pan, y no conseguí seguir leyendo. Ayer quise decirte que no estoy enamorado de ti, pero que me encantaría morderte la boca, y solo te vi pasar y dije lo que querías escuchar. Ayer me plantee si de verdad merece la pena seguir creyendo que es posible. Ayer quise saber si de verdad lo mejor es callarme y esperar.