Mostrando entradas con la etiqueta Mis conversaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mis conversaciones. Mostrar todas las entradas

viernes, 29 de agosto de 2008

Solitarios...

- No te entiendo, tío. No sé a que cojones viene todo esto.
- No viene a nada. No te pongas pesado, ya me conoces lo suficiente para saber que esto es lo que hay.
- No, no es lo que hay. Es lo que tú quieres que haya.
- Vale, lo que tú digas, no quiero discutir.
- Pues no discutamos. Pero dime ¿Por qué tú? ¿Tú que parece tan seguro, tan autónomo, tan…? ¿Cómo coño era esa palabra que te gusta tanto?
- ¿Anormal?
- No seas gilipollas, la palabra esa de los locos esos…
- Ataráxico… ya lo sabes.
- Eso, ataráxico. ¿Por qué tú que eres tan ataráxico?
- Simplemente porque no lo soy. No soy tan seguro ni tan autónomo, ni mucho menos… Bueno es igual, no lo entenderías.
- ¿Por qué no voy a entenderlo?
- Simplemente porque es demasiado complicado.
- Si ya, es complicado y no lo comprendería. ¿No será que tú tampoco lo comprendes?
- Claro que no lo comprendo. No seas pesado. No lo entiendo y punto. Además eres tú el que siempre me esta repitiendo que debo apoyar a nosequien o hacer sentir bien a otro nosequien.
- Ya pero nunca te he dicho que te olvides de ti.
- No me he olvidado de mí. Me he olvidado de ti.
- ¿Qué dices?
- Pues eso, que me he olvidado de ti. ¿Para qué parecer un solitario pudiendo serlo?

martes, 8 de abril de 2008

Recuerdo...

- ¿Qué es lo que más echas de menos de ella?

- Pues siéndote sincero lo tengo muy claro. No es nada especial, ni nada que llame la atención.

- Ya sé, seguro que es una de esas pequeñas cosas que la distinguen del resto.

- No, tampoco, no se, ya te he dicho que no es nada especial. Pero sin duda lo echo de menos. Mucho.

- Espera, no me lo digas. Esos ojos que tiene, esa mirada. Esa que viste tan cerca.

- Podría ser, sin duda esa mirada es hermosa, y mucho además. Pero no, no es eso…

- Si no es eso… ¡Sus manos!, esas manos ansiosas que hacen que las tuyas las ansíen.

- Pues la verdad es que en cierto modo, estoy ansioso por volver a tocar sus manos, pero hay algo que echo mucho más de menos…

- Vaya, pues si no es eso… tienen que ser sus labios. ¿Los recuerdas verdad?

- Claro que los recuerdo, no soy tan idiota como para olvidar algo tan placentero. Algo tan lindo. Seguro que saben tan rico…

- Entonces son sus labios…

- ¡Qué no! No es eso…

- Joder tío, no hay quien te entienda… Te encantan sus ojos, sus manos, sus labios, su pelo,… ¡espera, es su pelo! Eso es.

- Pues no, lo siento, la verdad es que me encantaría perderme entre su pelo rizado mientras duerme, pero tampoco es eso. ¿Quieres que te lo diga?

- No, no quiero, lo voy a adivinar yo solo.

- No, no lo harás, jaja.

- Deja de sonreír de esa manera, tú nunca sonríes.

- Si que lo hago, y ahora que está ella, más.

- Claro, eso es, es la sensación que tienes al estar junto a ella, eso que sientes…

- Pues tampoco, aunque me haga sonreír y muchas otras cosas. Me aporta esperanza, optimismo, serenidad e incluso me hace sentir capaz de aportarle cosas a ella. Es su forma de ser, su forma de hacer feliz y hermoso todo lo que le rodea. Pero hay algo que anhelo más.

- Me rindo, no lo sé. Definitivamente eres un tipo extraño, muy extraño.

- Es posible que si que sea extraño, pero lo que más echo en falta ahora mismo son sus lágrimas…

- Mierda, si que eres extraño…

- ¿Me quieres dejar acabar?

- De acuerdo, termina.

- Pues eso, que aunque parezca extraño, lo que más recuerdo de ella son sus lágrimas. Lo cerca que me sentí de ella cuando lloraba. Lo desvalida que parecía, ella, tan segura, tan imponente, parecía una hermosa niña, con miedos, igual que yo, con dudas, igual que yo, con ganas de salir adelante, igual que yo. Y eso, me recuerda que tengo cosas que darle, tengo que ser fuerte para que ella lo sea. Tengo que decirle cada día lo linda que está, porque en realidad lo está, y lo bien que le sienta el pelo recogido. Tengo que darle un millón de razones para no volver a llorar más que de alegría. Y todo esto, tengo que hacerlo, me elija o no para estar a su lado…

- Definitivamente tío, estás colgado. Estás colgado y eres muy extraño.

- Pues sí, un poco colgado ya estoy, de hecho estoy hablando contigo así que…

- Si, eso es verdad.

- Bueno, pues cállate un poco, vuelve a tu sitio y déjame ser de nuevo una sola persona…

- Si, pero eso no quita para que seas extraño…

- Y ¿qué? Quizá a ella le guste que sea así de extraño…

lunes, 31 de marzo de 2008

No quiero volver a pisar tierra...

Ya he vuelto de mis enormes vacaciones. Ya he vuelto y no quiero volver. Maldita sea. Tengo mucho que decir, pero lo tengo todo atascado en la garganta. Quizá necesite un poco de ron-desatascador, no le sé, ya se verá. El caso es que quiero decir muchas cosas, escribir muchas cosas, pero primero he de ordenarme. Si quieren saber algo sobre mi viaje a Santiago, pues les recomiendo que se pasen por Irribarreak lantzen. Ahí el amigo Ramón se lo está currando para poner un diario de ruta, un pequeño cuaderno de bitácora, con la inestimable ayuda de Miriam, cuyo fotolog, si me permite, les linkaré.

En cuanto a mis días de asueto en Salamanca, la tranquilidad ha reinado y bueno desconectar es fundamental. Eso sí, han sido acuñadas expresiones novedosas y divertidas. Bueno el caso es que ya volví. Así que primera gilipollez que vengo a dejar por aquí.

Tengo unos cuantos golpes de voz escritos, vamos un par de tresminutos. Ya se los pondré. Pero hoy venía a otra cosa. Un poco de darse cuenta de cosas...

- ¿Por qué no te olvidas de ella? Fíjate en cualquier otra chica, una que te pegue más. No seas cabezón.

- Pero no se trata de eso, no se trata de lo que me convenga, se trata de que lo que hay es lo que hay.

- Eso es una gran mentira, si quieres dejarlo estar, lo dejas, y pasas a cualquier otro lugar donde reposar.

- Es muy fácil y bonito decirlo, pero no estoy tan seguro...

- Que sí, que es muy fácil. Solo piensa en que quieres...

- Pero eso lo tengo claro.

- ¿Seguro?

- Sí, muy claro. Ella es esa persona que tienes ahí, por la que luchar, por la que decides darle un tiempo más a la vida. Pero ya tengo perdida toda esperanza, ella solo es una lucha personal y preciosa.

- Entonces ¿qué quieres?...

- Espera, deja que te siga contando. Pues eso, ella es una preciosa lucha, una hermosa esperanza. Pero yo ya estoy un poco viejo para esas cosas. Estoy un poco cansado de tiempos, esperas y sueños. Hace algún tiempo, que solo espero otra patada en el pecho. Solo espero y quiero que otra persona venga y me agarré sin miedo del corazón, tire de el y me diga, no preguntando eh, solo informándome, "me lo llevo, este corazón es para mí, si quieres, te dejo el mío."

- No te entiendo muy bien.

- Pues esto si que es muy sencillo. Ya no quiero princesas, ni estupendos sueños oníricos. Ya no espero que me salven de un mundo apagado. Solo espero alguien que decida tambalearme el alma, que me golpee sin piedad en mitad de todo. Solo quiero que alguien me diga "no consigo olvidarte, no puedo vivir sin tu aire y quiero darte todo el mío". Quiero que alguien me mire sin temor, sabiéndose igual, y me diga, "te amo, a ti y a tu piel y tu pelo, a tu cuerpo, a tus palabras y tus silencios. Te amo tanto como para olvidar que te amo y entregarle a tu escasez mi escasez." Tan solo espero un beso que signifique una vida y una caricia que mate dudas, esperanzas, penas y añoranzas. Tan solo alguien que quiera querer.

- Vamos, que solo quieres a alguien. ¿No?

- No, solo quiero que alguien venga y me lleve. Pero lo importante ha dejado de ser el alguien, lo importante es que me lleve.

- Pues no lo entiendo.

- Es que no tienes que entenderlo. Solo hay que sentirlo...

viernes, 8 de febrero de 2008

Mi vida eterna...

- Si tu pudieras, ¿vivirías para siempre? quiero decir, ¿aprovecharías la oportunidad de ser eterno?

- ¿Para qué? Si no puedo soportar el peso de una vida ¿para qué quiero un millón de ellas?

- Pero aprenderías de tus errores y al cabo de unas pocas vidas serías tan sabio que el peso de la vida sería algo tan llevadero como el peso de tu ropa.

- Ya, muy bien. Pero y si no soy capaz de continuar viendo la injusticia acumulada en media vida, ¿cómo podría sobrevivir a la injusticia eterna?

- Pero siendo eterno tendrías en tu mano cambiar el mundo, cambiar y erradicar la injusticia. Podría enseñar siempre, a toda persona, en todo lugar.

- Bien, de acuerdo, pero, no soy capaz de encontrar con quién compartir una vida, ¿cómo encontraría alguien para compartir infinitas?

- Quizá no encontrarás a alguien para compartir infinitas vidas, pero encontraras infinitos alguien, cada alguien distinto y enriquecedor.

- Si, de acuerdo, es posible. Pero si no quiero vivir siquiera una, ¿para qué quiero que sea eterna?

- De acuerdo, si no la quieres, no te la daré. Muere como un hombre. Pero también, vive como un hombre...

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Me voy...

- Creo que este es un gran momento para marcharse. Ya llevo años haciendo las maletas. Por fin hoy me di cuenta de que ya había recogido toda mi ropa. No me queda más que lo puesto. Todas mis fotos también están en la maleta. Incluso las dos pajaritas de papel que me regalaron.

- Si es lo que deseas...

- Sin duda. Ya no me queda nada en este lugar. Los recortes de periódicos los llevo en esta carpeta. Mis cds están guardados. Y todas mis palabras las llevo en el zurrón del agujero. Ni siquiera quedan ya las sonrisas que pegue durante años en las paredes para aprender cómo se hace.

- La verdad es que este lugar se ve muy triste así. Quizá sea verdad y debas marchar...

- No prometo escribirte, no sé si podré hacerlo. Pero eso sí. Me acordaré de ti. Llevo tu bufanda para no olvidarte. Y la camiseta que me regalaste. "En el cielo no se ve llover". Que gracia me hizo la primera vez que la leí. Por cierto. Te dejo ahí el borrador del que debió ser mi primer libro. Ya sabes que nunca me atreví. Si quieres puedes hacer lo que quieras con él. Ay!! Se me olvidaba la caja de los libros. Ya la cojo. Menos mal, no sé qué haría sin ellos...

- Bueno, pues no me queda más que despedirme. Un abrazo. Sé muy feliz. Espera, que te abro la ventana.

- Muchas gracias. Y ahora ¿qué vas a hacer tú?

- Pues nada en especial. Por lo pronto, ahora escuchar como caes y chocas contra el suelo. Un abrazo. Adiós.

- Adiós.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Lo que más desees en el mundo...



- No deberías estar tan triste. No me gusta nada verte así. Tú no eres así.

- Tranquila, solo ha sido un mal día. Mañana vuelvo a ser yo, pero es que a veces...

- Te entiendo. No siempre se puede estar alegre.

- Efectivamente. No siempre se puede estar alegre, porque no siempre se tiene lo que se quiere, y no siempre puedes luchar por tener lo que quieres.

- No te entiendo. ¿Tú qué quieres?

- Nada en especial. Simplemente es que ha llegado el otoño y bueno, ya sabes, este tiempo, el color de las hojas... Sin más estoy menos a tope.

- No cambies de tema. ¿Qué es lo que más deseas en este momento?

- No puedo decírtelo. No estaría bien. Hay muchas cosas que me impiden hacerlo.

- ¿Te impiden hacerlo o decírmelo? Porque no quiero que me lo digas. Quiero que lo hagas.

- Pero ya te he dicho que hay muchas cosas que me impiden hacerlo.

- ¿Qué te lo impide? ¿El dinero? ¿El Tiempo? ¿Qué? Hazlo. Haz lo que más te apetezca hacer en el mundo...

- Ya te he dicho que no puedo...

- ¡¡Qué lo hagas!!

- Pero...

-¡Hazlo!

- Pero es que lo que más deseo en el mundo...

...

...

- Vaya. Ha sido el beso más tierno que me han dado nunca.

- Y el más doloroso que he dado nunca.

- Y eso ¿por qué?

- Porque sé que no debe repetirse...

- Y si... ¿yo quiero que se repita?...

...

...

jueves, 1 de noviembre de 2007

El mundo se desmorona y yo sin follar...

- Joder, menuda mierda de vida...

- ¿Mal día? ¿A qué viene lo de la mierda de vida…?

- Y de mundo. Estoy leyendo el periódico, mira... Un millón y medio de niños muertos en áfrica en la que va de año, un porrón de mujeres maltratadas, seguimos con la mierda de políticos de siempre, los becarios siguen explotados metiendo un carro de horas, guerras, hambre, los niños pegando a otros y grabándolo por el móvil, no sé todo está muy jodido...

- Bah, también hay cosas buenas...

- Claro que hay cosas buenas, pero hay algunas muy malas. Date cuenta de que cada segundo muere gente, y ocurren cosas horribles.

- Bueno relájate, abre ese armario, y aspira el olor a café. ¿Te sientes mejor?

- No, no me siento bien.

- Tío, desconecta un poco, relájate...

- No puedo, todo es una mierda, el mundo se desmorona, y yo...

- ¿Qué pasa tío? No me asustes...

- Pues coño, que no hay manera, que llevo ya dos meses sin follar...

- Joder, tío, menuda mierda de mundo...

lunes, 29 de octubre de 2007

No creo en ti...

- Nos vemos, se feliz.

- No quiero ser feliz. No lo necesito.

- ¿No lo necesitas? Todos necesitamos ser felices, incluida tu.

- No yo no, no lo necesito, porque no creo en la felicidad. Necesito llegar a tiempo a los sitios, necesito cumplir mis responsabilidades, necesito hacer todo lo que debo hacer.

- Pero también necesitas ser feliz. Todos lo necesitamos. Necesitamos poder mirarnos a nosotros mismos, y decir, que somos felices. Que eso que hacemos nos llena. Que alguien nos llena. Porque si no somos felices, o al menos intentamos serlo, estamos vacios.

- Yo no lo necesito porque no tengo tiempo de mirarme a mi misma. Además no quiero serlo. No quiero ser feliz. Hace años que no creo en la felicidad. Solo sirve para autocomplacerse. Además, ¿me lo dices tú? ¿Que ni siquiera aspiras a ello?

- Mi caso es distinto, yo no quiero ser feliz, porque realmente no lo necesito, además no estamos hablando de mí, estamos hablando de ti, que si necesitas ser feliz. Necesitas mirar al futuro desde el pasado, desde el mismo presente. Olvídate por un momento de lo que quieres ser, y solamente se.

- Ya te he dicho que no puedo, no tengo tiempo...

- Siempre hay tiempo para ser feliz.

- No lo hay, no creo en la felicidad, siempre se estropea...

- No se estropea la felicidad. Si te regalo una hermosa flor, se marchitará en tus manos, pero lo importante no es la flor. Ni los pétalos cuando se caen. Lo importante es ese momento, ese lugar. Ese instante es la felicidad. No se estropea, simplemente disfrútala, porque al hacerlo esa felicidad se grabará en tu corazón. Seguirá ahí para siempre...

- Que pesado, si me regalas una flor te lo agradeceré mucho, pero no tendré tiempo de disfrutar de ella, y se marchitará, como la felicidad. Ya te he dicho que no la necesito, no necesito ser feliz, por mucho que lo intentes...

- Pero es que...

- ¡¡Que no!!

- Pero es que yo si que necesito que seas feliz...

lunes, 10 de septiembre de 2007

¿Quién iba a creer que yo escribiera sobre el verano...?

- No, no te marches aún, por favor. Tengo algo que decirte y es importante, de verd...

- No puedo, lo siento, se me ha hecho tarde, además, si es importante, mejor lo hablamos con calma.

- Venga, siéntate un poco y lo hablamos...

- Qué no puedo, que pierdo el autobús, y es el último.

- No pasa nada, luego te acerco en coche, que es un momento.

- No puedes hacer eso, siempre hay mucho tráfico y...

- Tranquila, que ha llegado el verano, ya metí ayer la primera botella de Coca-cola con agua en la nevera. Seguro que todo el mundo está en la playa...

- Jajajaja, entonces acepto. Menudo veranito llevamos, menos mal que parece que ya va a hacer buen tiempo. Por cierto, el verano ya llegó anteayer, caminé descalza por la orilla de la playa, así que ya empezó el verano.

- Estás equivocada, el verano empezó ayer. Sin duda, me puse pantalón corto. Además, no me puse el palestino, ya está solo para los conciertos...

- No intentes convencerme, anteayer me puse mis sandalias planas...

- Estás preciosa con esas sandalias...

- ¿Qué? ¿Qué has dicho? No te he oído, esos estúpidos aviones... A ver cuando dejan de pasar tan cerca de la universidad...

- Nada, nada, que me gustan esas sandalias...

- Ah, son bonitas, ¿verdad?. Pues eso, que me puse las sandalias, y además por fin pude ponerme la falda que me compré en Nicaragua, así que anteayer empezó el verano.

- (Seguro que también estabas preciosa con esa falda...) Bueno, pues lo que tu digas, pero ¿sabes?, creo que el verano ha empezado hoy. Hoy por fin nos hemos quedado solos en el laboratorio, no hay nadie más. Hoy por fin podemos tener un momento solos. Me ha sentado genial el café en la campa. Hoy por fin puedo atreverme a decirte que te quiero.

- ¿Qué has dicho? Otro avión, que asco... Bueno a mi también me ha sentado genial el café, además me encanta estar contigo. Ojalá el tío del gimnasio fuera como tú...

- (Ojalá yo fuera como el tipo del gimnasio)....
....
....

- ¿Que te pasa? ¿Por qué no hablas?

- No tranquila, no me pasa nada, estoy esperando a que pase otro avión para volver a decirte que te quiero....

lunes, 27 de agosto de 2007

¿Y si sigo siendo un niño?...


- Es el momento de crecer.

- No quiero. Quiero seguir siendo un niño.

- Me da igual lo que digas. Tienes que crecer. Es el momento de dejar de ser un niño.

- No, no quiero, no quiero ser adulto.

- Pero ¿por qué? ¿Por qué no quieres crecer?.

- Porque solo los niños saben dónde está la felicidad.

- Si claro, ¿y donde esta si puede saberse?

- Ves, has crecido y ya no recuerdas donde está la felicidad.


Quería escribir esto para todos mis niños. No sé si lo saben, pero soy monitor de un grupo Eskaut, y aprovecho también para decir que es un grupo cristiano, como yo. Pero bueno, que me voy del tema. Quería escribir esto para todos mis niños, los que siguen siendo niños, y los que han crecido y se han olvidado de donde está la felicidad. A estos últimos espero haberles dejado alguna miga de pan en el camino. A los primeros, agradecerles cada momento que me entregan, como este campamento. Son uno de los componentes principales de mi combustible. Sin ellos... Fíjense que hasta les tengo mono. Yo me había quitado pero he vuelto a caer. El caso es que me pierdo de nuevo... Esto va para ellos porque cuando crezco demasiado me agarran de la solapa y me preguntan: ¿has crecido? Entonces yo me vuelvo otra vez niño con ellos. Son simplemente perfectos (con sus virtudes y sus defectos, pero perfectos al fin y al cabo). Dentro de nada estamos todas otra vez partiéndonos los cuernos por vosotras (aprovecho de nuevo para agradecer a esas cuatro personas que han decidido partirse los cuernos a mi lado, a aquellos que se los partieron antes y por supuesto a los que se los partieron siempre y seguirán haciéndolo). Pues eso que me voy del tema, es para ustedes mis niños por los abrazos, las lágrimas, el apoyo, la presencia, las sonrisas, los besos de buenas noches, las canciones, los bailes, la locura, las broncas, los perdones y los "lo siento", las "otoitzas", por dejaros poner pañoletas (la proxima vez prometo no llorar) y todos los momentos que han querido compartir a mi lado. También por demostrar que superar las dificultades no solo se hace con alegría sino también con una gorra en la cabeza, una mochila a la espalda y un montón de sueños nuevos (esta vez personifico con la foto, pero no hace falta decir que esto va por todas vosotras, por ese volante, por esos lugares, por enseñarme tanto).




martes, 21 de agosto de 2007

Porque otro mundo es posible

- ¿Por qué me golpeas?

- Porque lo que estás haciendo esta mal.

- Pero, ¿por qué está mal?

- Porque es ilegal.

- Pero, ¿por qué es ilegal?

- Porque mis jefes dicen que es ilegal.

- Pero sigo sin entender porque me golpeas...

- Son órdenes, lo siento. Estás haciendo cosas mal, así que he de detenerte y golpearte un poco, pero te prometo que solo un poco.

- Sigo sin entenderlo. Me golpeas por hacer cosas mal ¿no?

- Si, ya te lo he dicho.

- Pero yo estoy protestando porque algunas personas hacen cosas mal.

- Ya lo sé. Pero tú haces cosas mal que son ilegales.

- Ah, entiendo, entonces me pegas porque es ilegal.

- Eso es, lo vas cogiendo.

- Pero lo que no entiendo, perdone que siga molestándole mientras me pega, por qué las cosas mal hechas contra las que protesto no son ilegales...

- Ya es verdad, ¿por qué será?

- Bah seguro que es porque las hacen gente rica y poderosa...

- Pues igual si. Que putada, ¿no? Porque al tío ese de Texas, ¿como se llama?... Ah, si, George...

- Si el presidente ese...

- Pues a ese ya le daba yo unos porrazos a gusto, pero no puedo, porque no hace cosas ilegales...

- Tampoco hay que pasarse, solo hay que convencerle de que deje de hacer cosas malas...

- Que no que ese es un cabronazo le daba unas ostias...

- No seas violento...

- Que no sea violento... ¡¡¡ Estados Unidos asesinos!!!

- Menudo radical...

- ¿Radical yo? ¿Ves ese escaparate?.............. Pues ya no lo ves, jajaja. ¡¡¡¡ Asesinos!!!!

- Estate quieto desgraciado....... Toma para que protestes, toma porrazo, toma, vándalo....



lunes, 20 de agosto de 2007

¿Pasta o sopa?

- No consigo decidirme, mierda de supermercado ¿tú qué prefieres? ¿Pasta o sopa? Es que no hay nada para cenar esta noche...

- La verdad es que me da igual, tengo la cabeza en otras cosas. ¿Sabes que he visto un piso muy barato muy cerca del metro? Quizá debiéramos pensarlo...

- Déjate de pisos, ¿pasta o sopa? Sabes que no podemos permitirnos el lujo de comprar un piso. Bastante tenemos con pagar este alquiler, por una mierda de habitación.

- Pero es que quizá con la nueva beca... Además tu llevas un montón de tiempo en tu curro, quizá te asciendan ¿no?, o eso dijiste, y no se, me hace ilusión o algo...

- Pero es que la ilusión... que si que es muy bonito, pero tío, estás flipado, que no podemos, además, la zorra de mi jefa no me va a ascender, seguro.

- Que si, ya veras como si, eres la mejor en tu trabajo.

- Gracias, pero no creo...

- Además el problema del coche está arreglado. Txarly me vende el suyo tirado de precio, y esta de puta madre el coche, que es mecánico, ya sabes.

- Ya sé, ya. Pero aún así no podemos meternos en un piso, que es un pastón, y la hipoteca, y fijo que hay que arreglarlo.

- Que no tía, que no hay que arreglar nada, que pone que está para entrar a vivir...

- Jajaja, para entrar a vivir...

- Oye no te rías de mi eh, que ya sabes que no me gusta, y me enfado.

- ¿Te enfadas?

- Si, a qué me enfado... y te pido que te cases conmigo...

- A qué me enfado más que tú y te digo que si...

- A qué no...

- No tienes huevos...

- ¡¡¡ Cásate conmigo!!!

- De acuerdo, pero si decides antes que quieres cenar, ¿pasta o sopa?

- ¡¡¡ Pasta!!!

- Entonces... ¿dónde esta el anillo?

- Muy cerca del metro…


viernes, 17 de agosto de 2007

Dile la verdad...

-Deberías hablar con ella, no sé a qué esperas. Ambos lo estais pasando mal. Sé que para ti es difícil, pero no hay otra solución, es así y lo sabes, no puedes esperar más. Si sigues esperando...


-Si sigo esperando ¿qué? ¿Qué pasará? ¿Que nada saldrá bien? Vaya, que novedad.

-Pues si, pasará lo de siempre, todo saldrá mal. La única posibilidad es que hables ya con ella. Está mal hacerla ignorante, es importante que sepa la verdad.

-Es demasiado niña para saber la verdad, la verdad es muy dura.

-Es posible, pero aunque dura, es la verdad. Ya tiene edad suficiente para aprender a superarlo, no puede seguir así. Se hará daño.

-No. Ella no se hará daño, la ignorancia es placer, el vacío es placer. Lo mejor para ella es encontrar otra verdad. Una verdad hermosa, que la haga feliz.

- Mierda feliz. Su verdad es la que hay. ¿Acaso crees que otra verdad la hará más feliz? Si, seguro que lo crees. Estúpido...

-Si, lo creo y ¿qué? Es cierto, cualquier otra verdad la hará más feliz. Ella merece cualquier otra verdad.

-Y ¿qué merece tu verdad? Eh, ¿qué merece tu verdad?

-Mi verdad merece morir agonizando, eso merece. Morir sola, de agotamiento y soledad.

-Eres estúpido...

-Quizá si... pero no pienso decirle la verdad...

-Peor para ti...

-Puede... pero no pienso decirle que la quiero...

Gracias Taimar por la inspiración, te debo unas golfas (para los no familiarizados con mi terminología de mierda, no se me asusten, las golfas son las musas, esas que se aprovechan de ti, disfrutan un instante y luego se van, a vestir otros cuentos, y otras penas)

viernes, 10 de agosto de 2007

Amnesia selectiva

-Recuerdas aquella maravillosa noche, seguro. No puedo creer que me olvidaras. No es posible que tu mente, tu perversa mente me sacara de ti, me expulsara de esa manera, me apartara como si fuera tan solo un suceso vago, vano, etéreo, sin importancia alguna. No pues creerlo, simplemente. Sigue buscando, por favor. Estoy seguro de que en algún lugar... ¡Maldita sea! ¡Busca!.

-Lo siento, no lo recuerdo.

-¿No recuerdas las estrellas? ¿La sombra de la luna en la palma de mis manos? Yo no he podido olvidarte, me vas a hacer llorar. No puede ser cierto que me hayas relegado a otro lugar que no sea tu memoria, que no me tengas siempre presente, si yo lo fui todo para ti, o eso decías. Me lo juraste un millón de veces, no, un millón no, mil millones de veces, me dijiste que nunca dejarías de pensar en mi. Pasamos tanto juntos...

-No llores. Pero de verdad, no puedo recordarte. ¿Cuándo nos conocimos? ¿Qué dices que hicimos?

-¿Cómo que cuando nos conocimos? Pero bueno, siempre estuve a tu lado. Yo recuerdo cuando besaste a aquella chica pelirroja, nos encantaba a los dos. Leímos juntos "El Principito", y estaba contigo la primera vez que escribiste un verso, es más, fui el primero en leerlo. Por favor haz un esfuerzo, tienes que recordarme, no me puedes dejar aquí abandonado. No puedo dejar de llorar por tu culpa, solo por tu culpa. Recuerda por favor...

-Pues lo siento, de verdad que lo siento. No te recuerdo. ¿Me has dicho tu nombre?

-¿Mi nombre? Pues tengo muchos nombres, tú me pusiste unos cuantos, ¿no los recuerdas? Me llamabas amor, esperanza, alegría, melancolía, pasión... Me llamabas muchas cosas...

-Ah, claro, ahora te recuerdo. Eres tú... Pero también recuerdo porque decidí olvidarte, ¿no lo recuerdas?