lunes, 27 de agosto de 2007

¿Y si sigo siendo un niño?...


- Es el momento de crecer.

- No quiero. Quiero seguir siendo un niño.

- Me da igual lo que digas. Tienes que crecer. Es el momento de dejar de ser un niño.

- No, no quiero, no quiero ser adulto.

- Pero ¿por qué? ¿Por qué no quieres crecer?.

- Porque solo los niños saben dónde está la felicidad.

- Si claro, ¿y donde esta si puede saberse?

- Ves, has crecido y ya no recuerdas donde está la felicidad.


Quería escribir esto para todos mis niños. No sé si lo saben, pero soy monitor de un grupo Eskaut, y aprovecho también para decir que es un grupo cristiano, como yo. Pero bueno, que me voy del tema. Quería escribir esto para todos mis niños, los que siguen siendo niños, y los que han crecido y se han olvidado de donde está la felicidad. A estos últimos espero haberles dejado alguna miga de pan en el camino. A los primeros, agradecerles cada momento que me entregan, como este campamento. Son uno de los componentes principales de mi combustible. Sin ellos... Fíjense que hasta les tengo mono. Yo me había quitado pero he vuelto a caer. El caso es que me pierdo de nuevo... Esto va para ellos porque cuando crezco demasiado me agarran de la solapa y me preguntan: ¿has crecido? Entonces yo me vuelvo otra vez niño con ellos. Son simplemente perfectos (con sus virtudes y sus defectos, pero perfectos al fin y al cabo). Dentro de nada estamos todas otra vez partiéndonos los cuernos por vosotras (aprovecho de nuevo para agradecer a esas cuatro personas que han decidido partirse los cuernos a mi lado, a aquellos que se los partieron antes y por supuesto a los que se los partieron siempre y seguirán haciéndolo). Pues eso que me voy del tema, es para ustedes mis niños por los abrazos, las lágrimas, el apoyo, la presencia, las sonrisas, los besos de buenas noches, las canciones, los bailes, la locura, las broncas, los perdones y los "lo siento", las "otoitzas", por dejaros poner pañoletas (la proxima vez prometo no llorar) y todos los momentos que han querido compartir a mi lado. También por demostrar que superar las dificultades no solo se hace con alegría sino también con una gorra en la cabeza, una mochila a la espalda y un montón de sueños nuevos (esta vez personifico con la foto, pero no hace falta decir que esto va por todas vosotras, por ese volante, por esos lugares, por enseñarme tanto).




3 comentarios:

Frozen dijo...

No sabía que trabajaba usté con niños.

Es todo un lujo tener un trabajo que te gusta.

Me alegro ;)

Aprendiz dijo...

Soy voluntario con niños, jaja. Pero si, tengo suerte de trabajar en lo que me gusta que es la ciencia. Soy investigador precario, pero investigador, y lo disfruto.

Anónimo dijo...

Gracias a tí por dejarnos disfrutar en este rincón de esas ocurrencias tuyas que siempre me han gustado tanto. Gracias por volver a ser niño y por reengancharte, porque seguir recorriendo este camino a tu vera es todo un lujo del que ya temía que iba a tener que prescindir. Por tus abrazos de oso, por los secretos y las confidencias, por tus lágrimas de alegría y de emoción. Gracias por no perder la esperanza y la ilusión, porque aunque vayas de negativo y de que no crees en la naturaleza buena de las personas, todos/as sabemos que en el fondo hay una vocecita que te llama a seguir luchando por construir un mundo mejor, porque piensas que sí es posible. ¿Si no que haces aquí?
Te kiero
Araian