martes, 15 de diciembre de 2009

Un día singular, tercera persona...

Como cualquiera, como siempre,
pasan segundos, minutos, horas,
y nada surge, nada cambia,
nada ocurre,
nada sangra...

Como entre rejas de agua,
todo queda dentro,
todo angustia,
nada escapa,
nada escucha...

Como viviendo encerrado en sueños,
como sabiendo tripas
y hambres,
todo suena a hueco,
todo sabe a vacío...

Como volviendo la espalda
nada tiene color amapola,
nada empata,
nada gana,
nada...

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