Se acerca ya el gran día en que la "mujer trabajadora" será cubierta de halagos, de lástima y una enternecedora compasión. Las asociaciones feministas ya han preparado su carrusel de actos, charlas, conferencias y talleres para mujeres. Los ayuntamientos se visten de gala para mostrar al mundo su implicación con la mujer y su pobrísima situación. Los programas de televisión ya tienen sus especiales grabados y editados, todo está listo. Todo está preparado para el gran día.
Claro, todo el que haya leído el primer párrafo, estará pensando, por el tono irónico del mismo, que soy del tipo conocido como "machito trasnochado". Un culpable de sexismo. Una pena que debería estar castigada con cárcel y bla bla bla.
El día que se dejen de días de la mujer trabajadora, de charlas para mujeres, y de demás dolores de conciencia dejaremos de vivir en un país, planeta, universo sexista. ¿Por que merecen las mujeres mi lastima y mi compasión en vez de mi trato como iguales, tanto en el trabajo como en la vida? En mi trabajo la mayoría de mis compañeras son mujeres (ostias!!! he dicho compañeras para referirme a mis compañeras y mi compañero, que tío mas raro), y de hecho sus condiciones económicas son tan buenas o mejores que la mía. No debo sentir lastima, si no respeto. A mi me sobra el día de la mujer trabajadora.
Hace unos años por estas fechas asistí a uno de los mayores actos de sexismo que recuerdo en mi proximidad. Una de estas asociaciones feministas tan liberales organizaba una charla coloquio sobre feminismo. Yo, al igual que mis compañeros, que en ese momento me encontraba encargado de trabajar sobre la coeducación en el grupo Eskaut en el que soy monitor, quise asistir a ese acto. Pero horror!!! Ese acto estaba restringido por razones de sexo. Si han oído bien, era solo para mujeres, y yo allí, sin poder entrar.
Hace unos días oí en la radio que otra asociación organizaba talleres sobre feminismo, y de nuevo estos eran solo para las mujeres. No eran para las interesadas (cuyo significado puede incluir a los hombres interesados, debido a que el narrador supusiera que la mayoría de las personas interesadas fuesen mujeres), no era para las mujeres interesadas. Entonces yo, atento, deduzco que el feminismo es solo cosa de mujeres. Vaya, que equivocado estaba hasta ahora.
De las televisiones no voy a hablar, porque para la televisión necesitaría muchas letras y mucho tiempo, y no quiero gastar ni el mío ni el tuyo.
Mi siguiente mala intención va hacia los ayuntamientos. Esos que organizan grandes eventos para las mujeres el 8 de marzo. Mierda para ellos (perdón). Que persigan a las empresas que perjudican a las mujeres, por ser mujeres, y se ahorraran un montón de dinero el 8 de marzo. Así el 8 de marzo será un jueves cualquiera. Así no tendré que discriminar a mis compañeras el jueves, felicitándolas por ser trabajadoras.
Me gustaría dejar clara, cual es la intención de estas letras. No es otra que demostrar que hombres y mujeres somos iguales. Que esta sociedad asquerosamente sexista, es tanto culpa del los hombres como de las mujeres, o como diría aquel, de las personas, porque nombrar a hombres y mujeres por separado es hacer sexismo y bla bla bla. El sexismo no es lenguaje, es actos. Y el acto es que es culpa mía y de mi novia. Que es culpa de mi padre y de mi madre. Que es culpa de usted y de usteda, y es que como diría un amigo muy "sexista", aquí hay pa´todos y pa´tadas.
Un saludo y feliz 8 de marzo, un jueves cualquiera en el que hay que ir a trabajar porque hay que ganarse el pan. Si esto le ha molestado a alguien, que se joda.