viernes, 2 de marzo de 2007

Una bienvenida y una presentación. Y puntos suspensivos...

Llevo tanto tiempo leyendo palabras que no recuerdo cual fue la primera. Llevo también una cantidad inmensa de segundos escribiéndolas, y sin embargo, si que recuerdo cual fue aquella primera experiencia con el papel en blanco, con las manos temblorosas, con los dientes acariciando el labio, con las incontrolables ganas de reprimir aquello que no puedo escribir. No me refiero a escribir mi mamá me mima, ni a escribir, con toda la concentración de la que puede hacer gala un niño, mi nombre. Me refiero a aquella otra primera vez. Fui desvirgado en muchos sentidos aquella tarde. Hay gente que recuerda su primer novio, su primer empleo, su primer amor, la primera vez que tocó a una mujer, la primera pedrada a Juanito en la cabeza... Yo recuerdo mi primer beso como mi primer verso, y por supuesto como mis primeros puntos suspensivos.

Era tan temprano como debía de ser y tan tarde como la situación requería. Era el momento justo. Quizá era mi momento. Recuerdo el encargo. Le pidieron expresar sus sentimientos a alguien que no sabia expresar nada. No sabía tiritar ni sudar, no le sonaban las tripas, la tristeza era solo suya y la alegría una sonrisa enmascarada. Nos pidieron expresarnos a todos. Y entonces apareció ella. Nada recomendable, por supuesto. Me cogió de la mano y me apartó del grupo. Un río, unas rocas, pájaros, árboles... Una pregunta. ¿Qué ves? Un río, unas rocas, pájaros, árboles... ¿Qué oyes? Un río, unas rocas, pájaros, árboles... ¿Que sientes? No hubo respuesta. ¿Qué sientes? De nuevo una ausencia completa de respuesta. Un beso en una mejilla. Así se expresan los amigos, dijo. Un beso de verdad, así se expresa lo que siento. Después solo recuerdo el papel y el lápiz, solo recuerdo mis manos diciendo lo que mi boca no sabia decir. Solo recuerdo el tiempo. Y después, puntos suspensivos...

Ahora solo recuerdo su nombre...

1 comentario:

Elizabeth Casillas dijo...

Yo también recuerdo el primer encargo de versos, nada buenos por supuesto. Y la primera vez que escribi contigo, aunque supongo que esa es más dificil de recordar. Recuerdo tus versos, ¿Dónde estarán?