martes, 29 de mayo de 2007

En el frio...

Tengo los pies tan fríos que me podrían fichar como icewoman en futuras pelis de la patrulla x. Y ¿sabes?, me meto a hurtadillas en tu blog y te leo con avidez, espero a que escribas y me cuentes de quien estás enamorado, lo meláncolico y triste que eres, perdón, que estás...Porque a mi me parece, porque yo quiero que a mi me parezca que me lo cuentas a mi. Y parece que me sube unas décimas la temperatura de mi pies.
¿Te puedo confesar un secreto? Pero me tienes que prometer que no se lo dices a Eneko...(¬¬') A veces me gustaría que hubiera versos que fueran para mi. ¡Qué tontada!, ¿eh?
Hace medio año o así me encontré una carpeta con los meils de nuestra época de noviazgo. Pensé en pedirte cuentas, en que pagaras deudas y me dí cuenta de no hace falta. Con que estés ahí y escribas algunos versos lo suficientemente ambiguos como para que puedo adjudicármelos me vale. Decidí compartir todo aquello con otras personas. Quinceañeros anónimos sin ideas para sus novias. Dejé retazos de nuestra historia por los parques de ciudades, en zonas de servicio, en riberas de ríos... Tal vez hayan servido para que algún Don Juan pervierta a alguna Doña Inés. Tal vez RIck haya conseguido que Ilsa se quede cn él. Tal vez...
El otro día te desperté, lo siento, para preguntarte si seguías escribiendo. Tenía un amigo. Se suicidó. Era una de las personas que más ha influido en mi carácter, tiene gran culpa de que sea como soy. Escribía, ya le habían publicado y lo había ganado todo para su edad. No aguantó más. Y la escritura le hacía tanto mal como bien. A los dos os insistí para que no dejarais de escribir. Y ahora sólo puedo decirte que hagas lo que quieras. Que no por mis ateridos pies, y los de otras, vayas a sacar tinta de tus venas.
Esto es una declaración de intereses en toda regla: te quiero en el sentido querer de la traducción literal de want. Como una posesión, como mi caraculo. Afortunadamente soy una mujer generosa y te sé compartir, ¡qué remedio! Pero no me importa, tengo la sensación de que estoy por ahí anclada en algún lugar recóndito de tu memoria y eso me hace sentir especial.
Esta suerte de la que soy poseedora es la que contribuye, entre otras, a que se me calienten los pies en tardes como hoy. Aunque no te lo creas me estoy volviendo optimista (son oleadas, no te creas que es algo permanente, ¿eh?), al fin y al cabo en Brivi el PP ha perdido la mayoría absoluta.
En fin, nos vemos cuando sea. Un beso y un abrazo, maestro.


He querido usar como introducción a mi ambigüedad habitual esta carta que he recibido. Es tan lindo cuando has dado a alguien gran parte de ti y te sientes correspondido... Intentaré replicar de aquella manera, pero no soy capaz de juntar letras suficientes en el orden suficiente y con el sentido suficiente. Gracias por la amistad, el tiempo y por tener lo que eres.

Hacia tanto frio en el alma que dolían los pies, los dedos de las manos y la respiración. Dolía la ausencia, la estancada ilusión de saber que tarde o temprano volvería el calor de la frescura de la cerveza, de las sillas de madera. Y sin embargo hacia tanto frio, que no podías acostumbrarte al dolor. Hacia tanto tiempo que casi eran recuerdos los días, y casi tanto tiempo que buscábamos calor en los brazos de los viejos momentos. En casi cada día de juventud.

Y al crecer desde pequeño rodeado de trampas mortales, hadas, soldados, indios y corazones alocados, uno siente de repente que es necesario encontrar trampas, hadas, soldados, indios y corazones. Cuando uno crece deja de sentir las necesidades básicas de toda persona, y solo cree en lo que vendrá. Y un golpe...

Un golpe en la cara dice no crezcas, no dejes de soñar. Mira al cielo y déjate de ostias, que ya eres mayorcito. Y de repente una mano, un sol, una plaza que te lleva a otra plaza. Y alguien te obliga a ser feliz. Gracias... por el frio... por la obligación moral de no olvidar...

No esperes de mi épica, solo la tristeza, el gris, la solitaria compañía de quien no sabe, ni hablar ni escribir, y solo osa, pensar, a veces, que piensa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

clap, clap, clap...gracias.