jueves, 19 de julio de 2007

Sobre dudas...

Acabo de volver de 15 días de intenso campamento, has sido días buenos, malos, tranquilos cansados, no lo se, ya os lo explicaré otro día y aprovecharé para dar gracias a mucha gente, pero como veis, siempre estoy en dudas, siempre creo que algo no es suficiente o quizá excesivo. A veces no estoy seguro de si hace demasiado calor o demasiado frio. No me pongo de acuerdo conmigo mismo en lo que me gusta, prefiero tus labios o tus manos, tu pelo o tu alegría, tu lucha o tu implicación, no lo se, el caso es que siempre dudo. De cualquier manera, creo que acabo perdiendo siempre, nunca escojo la mejor opción, no porque no sepa escoger, sino porque acabo estropeando cualquiera de las opciones. Ahora he tomado una decisión, he escogido una opción y esa opción eres tu, pero me gustaría no estropearla si avisar. Hay una canción de un tipo que habla al respecto, luego hablaremos sobre ella. Ahora quiero decirte gracias, y que lo siento mucho. Tu sabes mejor que nadie por qué. Así que no me entretengo en esas cosas. Me gustaría poder decirte eres tú, pero no tengo esa opción (para una vez que tengo algo claro), así que seguiré esperando. Hemos pasado un par de noches intensas, emocionalmente, y es un tanto extraño añorar la que no ha pasado. Es sin duda extraño, aunque no tengo muy claro que ha pasado exactamente, dudas al fin y al cabo.

En cuanto a lo que decíamos de que te quiero avisar es un por si acaso, un por si algún día, yo que se. Decía que Ismael escribió una interesante canción, pues eso, para que voy a decir nada si lo dice él.

Amor mío, has de saber
que uno tiene el alma negra
de respirar el humo de los bares
en los que tú nunca has de beber.
Allí perseguí a mujeres ajenas,
que lloraron conmigo o por mí,
que me llevaron a sus casas
para dejarme morir.

Amor mío, antes de nada has de saber
que no soy recomendable.
No tengo alas para llevarte
pero, si faltas, ¿cómo salvarme?
¿Cómo salvarme?

Amor mío, allí olvidé
que soy tuyo, que se hace de día también,
que afuera me estarían esperando,
y dónde diablos aparqué.
Te vi pasar y blasfemar,
y me escondí entre los portales
para evitar que te cortaras
con mi fracaso de cristales.

Amor mío, antes de nada has de saber
que no soy recomendable.
No tengo alas para llevarte
pero, si faltas, ¿cómo salvarme?
¿Cómo salvarme?

Pues eso, no soy demasiado recomendable, nunca lo fui y sin embargo quiero que sepas que no me rendiré, igual que me has obligado a no rendirme en otros momentos. No voy a dejar de luchar, porque gracias a ti en muchos momentos dejo atrás mi pesimismo, y me creo eso de que otro mundo es posible, que realmente haremos algo grande.

No hay comentarios: