lunes, 6 de octubre de 2008

Otra vez...

Otra vez. Otra persona muerta. Asesinada por otra persona que supuestamente la quiere. La quiere y la respeta. 32 años el asesino, 26 la asesinada. Basta ya. No hay justificaciones posibles. Sé que esto no sirve para nada, pero quiero seguir diciendo que ojalá ésta sea la última muerte de una persona a manos de alguien que supuestamente la quiere. Basta ya.

3 comentarios:

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Un asesinato es condenable siempre, con independencia de su móvil. Porque, si se trata de contextualizarlo, hágase hasta las últimas consecuencias. No creo que alguien mate a otro por una idea equivocada de la posesión, entendida de un modo absoluto. Quien así obra sabe que sus supuestas pretensiones falocéntricas no serán socialmente reconocidas, que pagará por ello, por lo que debe inferirse que su vida es todavía más lamentable que el gran peligro a la que la ha expuesto al asesinar. Ver, entonces, como ogros sedientos de dominación a quienes no son más que pobres diablos profundamente desgraciados y humillados no tiene sentido a la luz de los hechos.

Aprendiz dijo...

Precisamente lo que intento es descontextualizar. Todos los asesinatos con condenables y si nos ponemos estrictos casi todos justificables. El problema es que con consigo olvidarme de que una pareja es alguien cercano e importante. No conozco las razones de que ocurra esto. Y es lo que me causa desconcierto. Tantas cosas rodean a estos casos que no se explicar. Igual que no entiendo que alguien mate a su pareja no entiendo que haya mujeres que busquen hombres que les hagan daño. No entiendo relaciones para sufrir. Igual el problema es mío que aspiro a una pareja en la que haya sobre todo respeto. Solo con respetar, con que en una pareja haya respeto, habría muchos menos casos... o eso creo.

No se puede justificar, lo siento. No se puede hacer. Y te lo digo, estando de acuerdo con lo que has escrito.

Siento la chapa infernal, para no decir nada.

Aprendiz dijo...

Quería decirte también que me parece excesivo decir que son pobres diablos. Cada uno tiene opciones que elegir, y si eliges la peor, comienza a ser culpa tuya y no de la mala suerte o la sociedad. Seguiré pensando que es injusto y por tanto denunciándolo tan alto como pueda.

Un saludo