jueves, 15 de noviembre de 2007

Dormir solo...

Hoy es San Alberto Magno. El patrón de mi facultad. Así que hoy me he levantado más tarde de la cama. No porque tuviera el día libre, no por Dios, si no porque he decidido venir a trabajar media hora más tarde, lo que al final ha sido llegar casi a la misma hora, porque a esa hora ya no había atasco. El caso es que me he despertado a la misma hora se siempre, me he levantado, he mirado el reloj y he vuelto a la cama. He vuelto a mi lado de la cama, el derecho, no porque me guste dormir ahí, si no porque, váyase usted a saber la razón, siempre he ha gustado que ella durmiera a la izquierda. Despertarme y mirar hacia mi izquierda y verla ahí. No se, siempre me he sentido bien. Pero a lo que iba, hoy me he vuelto a la cama, a mi lado de la cama. Y me he sorprendido, y mucho. Mi lado de la cama estaba frío. No soy una persona que se caracterice de su ausencia de calor. A menudo he sido usado por el simple hecho de que a mi lado se duerme más calentito. Pero mi lado de la cama estaba frío. A pesar de que mi cama es grande, siempre, durmiera solo o no, mi lado era mi lado. Si dormía acompañado la razón es obvia. Si dormía sólo, respetaba su ausencia, su olor, sus pelos en la almohada, en resumen su ligera presencia. Pero hoy, mi lado de la cama estaba vacío. Hoy me he dado cuenta de que ya no respeto su ausencia, su olor, sus pelos en la almohada, en resumen su ligera presencia. Ahora duermo en el centro de mi cama. Hoy me he dado cuenta de que llevo demasiado tiempo durmiendo solo, sin rastro de su ausencia, su olor, sus pelos en la almohada, en resumen, sin su ligera presencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no me seas cinico! q siempre has dormido en el centro, solo o akompañado! abuson! jajajajajajjaajjajaja

Anónimo dijo...

Tal vez, y sólo tal vez, dormir en el centro de la cama es la opción más inteligente. Calientas parte del lado derecho y del izquierdo. Si ella vuelve a su lado de la cama (el mío tb es el izquierdo) se lo encontrará cálido y con tus pelos, con tu presencia. Tu te desplazarás hasta el tuyo, un poco fresco, te ayudará a recordar lo frió que puede estar.
Si ella no vuelve a su lado de la cama dormirás más ancho, más alejado del precipicio y al fin y al cabo con toda la manta.
No sobra calor en estos días así que guarda lo que puedas entre las sábanas. Volverá tarde o temprano.

Anónimo dijo...

Ah, feliz San Alberto, moleculín.

Aprendiz dijo...

Ay, ay, ay, como me gusta tu optimismo. Como me alegro de haberme cruzado en tu camino. Un beso jovencita. Esperemos que vuelva.

Por cierto, nada de cinismo, que tu te destapes es cosa tuya a mí no me digas nada.