viernes, 5 de octubre de 2007

¿Qué hacemos con la coherencia?

La iglesia católica va a beatificar a 498 victimas de asesinato durante la II República. Ese periodo de la historia. Ese periodo oscuro que dio paso a una guerra civil y a una infame dictadura. Se me separan en dos el corazón y el alma. Me dice que esas personas murieron por su fe. Murieron como mártires. Pero sus supervivientes se vengaron con desmesura. Señalando con el dedo, de forma cobarde, para que otros más valientes o engañados apretaran el gatillo. ¿Manu, qué coño hacemos con la coherencia? Manu, ¿puedo ser rojo si son asesinos? ¿puedo ser cristiano si son asesinos? O quizá su problema es que son hombres y mujeres. Simplemente eso. Y por tanto son egoístas y malvados. Solo por ser hombres y mujeres. Porque siento desilusionarlos a todos, no existe el altruismo. Lo siento.

Pues eso, Manu, si lees esto, dime, ¿qué hacemos con la coherencia? Porque tú igual que yo, eres cristiano. Crees en Jesús. Y crees en que su doctrina es buena. Tú sabes más de todo esto, dime, ¿por qué no se puede hacer política para el bien del mundo en vez del bien para mí? Solo pregunto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Haces muchas preguntas, de las que nadie más que uno mismo tiene respuesta.
Lo primero que tengo que hacer es agradecerte que me hayas descubierto tu blog (si me permites la crítica con un fondo que dificulta ligeramente su lectura), pero me gusta haberme acercado a tu rincón.
Lo segundo y más importante, no creo haber dicho que sepa más que tú de nada, porque jamás se me pasaría por la cabeza una afirmación tan osada e inconsciente, no soy quién para medir el saber ni el sentir.
Ahora ya, intentando darte mi humilde punto de vista, el hombre es una animal de tribu, un animal social, y por naturaleza necesita sentirse miembro de algo más grande que él. A veces es difícil en un grupo pequeño, mantener uniformidad de acción y de criterios, pero en algo grande como un movimiento asociativo se complica más, en una organización política mucho más, y en una religión muchísimo más. Cuando son miles o millones de personas las que pertenecen a ese ente mayor que ellas, es imposible y además indeseable mantener dicha unidad, porque probablemente este sólo indicaría un despotismo oculto.
En estos casos es necesaria la pluralidad, una diversidad de criterios que a menudo llevan a confrontaciones tan fuertes que de ellas se deduce una incoherencia que no es tal, es una diversidad de pareceres e interpretaciones, una forma de entender la realidad en la que cada uno está convencido de ser poseedor de su verdad.
¿Se puede ser rojo si son asesinos? Yo soy rojo y pacifista, estoy convencido de que hubo, hay y habrá rojos asesinos, ¿acaso son todas las personas iguales? Lo mismo te digo de los cristianos asesinos, los fascistas, los..., los...,...
Tu lo dices muy bien, son hombres y mujeres por encima de todo, la diferecia entre tu realidad y la mía es que yo creo firmemente en el ser humano, soy optimista por naturaleza porque me parece la mejor forma de entender la vida.
Respesto a tu última pregunta, creo que con mi apuesta actual de vida te estoy dando mi opinión, que ya la sabes tu muy bien aunque no quieras creerla.
Un abrazo!!!

Aprendiz dijo...

Estoy de acuerdo en que nos diferenciamos en nuestra visión subjetiva del mundo. Tu eres un optimista nato y yo un pesimista convencido. Por eso la pregunta iba dirigida a ti. Primero porque sabes más que yo de política y políticas. Y segundo quizá porque necesitaba una respuesta optimista.

Me gustaría pensar que aprendemos de nuestros errores como sociedad. Confío en que hayamos aprendido de aquel periodo oscuro.

Frozen dijo...

Sin duda es un tema espinoso, y más para cristianos rojos como vosotros. Tendré que preguntarle a un amigo cura que tengo su opinión, pero me da la sensación de que la iglesia no acaba de darse cuenta de que podría usar su influencia e importancia en el mundo para fomentar el progreso, tanto social como educativo, en lugar de entorpecerlo como hace a veces.

Unknown dijo...

Por desgracia, la iglesia no se da cuenta de demasiadas cosas y lo peor es que a quienes desde dentro se dan cuenta se las silencia de cualquier manera. Hay tantas cosas que cambiar...