El café de las mañanas...
Me muero
de ganas de
poder llevar café,
croasán
y zumo de naranja
a alguna cama.
Un domingo
cualquiera.
Una vez
por semana.
Una vez
por persona.
Una vez
por abrazo.
Aprender algo no es una meta que alcanzar, es el camino a recorrer para llegar a un puerto cálido y hermoso.
Me muero
de ganas de
poder llevar café,
croasán
y zumo de naranja
a alguna cama.
Un domingo
cualquiera.
Una vez
por semana.
Una vez
por persona.
Una vez
por abrazo.
Tartamudeo de Aprendiz en 13:02
Etiquetas: Tartamudeos
2 comentarios:
Zumo de naranja exprimido en la cocina (dejándola perdida) y tostadas con mermelada de fresa adererezados con pedacitos ansiedad, corazón y sonrisas. Yo también me muero por poder servirme cada mañana.
Soberbio, maestro.
Que lindos esos momentos de ansiedad cuando no sabes si le gusta o no el café... pero que tierno es cuando te dice que no, que prefiere te y se lo llevas (porque has preparado café, te y hasta colacao). Qué pena que ya nunca nadie me diga que se puede acostumbrar a recibir cada día el desayuno en la cama...
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