lunes, 2 de junio de 2008

Ahora que ya no nos necesitamos...

Ahora que solo necesito
tus caderas arqueándose
para hacerme un hueco
dentro de ti.

Ahora que solo necesito
tus manos arañando mi espalda
obligandome a entrar
más adentro, más al fondo de tu alma.

Ahora que solo necesito
el ardor reflejado
en tus pequeños y amables
pechos helados.

Ahora que solo necesito
tus piernas alrededor de mi,
impidiéndome huir más allá
de un milímetro escaso de ti.

Ahora que ya no me necesitas,
ni yo a ti...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta.
Es simplemente precioso

¿cómo va su enfermedad?

Aprendiz dijo...

Me alegro de que le gusta. Es una grata sensación no necesitar... o al menos saber qué y por qué necesitas.