Otra vuelta...
Otra vuelta. Las 4 y 51 minutos de la mañana. Le digo hola de nuevo a la almohada. Me mira, me sonríe y yo a ella. Sigue siendo de noche, pero empieza a clarear. Creo que ya he mirado un millón de veces el reloj esta noche. Otra vuelta. Dolor de cabeza. Sueño. Dolor de cabeza. Ansias. Nauseas. Dolor de cabeza. Otra vuelta. Vuelvo a mirar el reloj. Las 4 y 54 minutos de la mañana. Pienso vomitar. Es lo único que me salva. Es lo único que me dice, de manera irrefutable, que estoy vivo. Me duelen los dedos de apretar el edredón. Me duelen los ojos de intentar cerrarlos. Otra vuelta. Suspiro. Arranco esperanzas de nadie. Pienso en otra cosa cualquiera. Nada ocupa mi mente. Otra vuelta. Nervios. Angustia. Desazón. Me froto el pelo. Lo corté hace una eternidad. A las 2 y 37 minutos. El estómago aprieta. El estomago informa de que quiere vomitar. De nuevo. Hace otra eternidad de la última vez. Por lo menos una hora. Más vueltas. Más dolores. Más tormentos. Más desesperanzas. Las 6 y 57 minutos por fin. Agua fría en la cara. En el pecho. Agarrotados los dedos. Ensombrecida la mirada. Los pantalones. La camiseta. El bolso. La chaqueta. El dolor de cabeza. El aire frío en los párpados. Un paso. Otro paso. Otro paso. La puerta del garaje. Escaleras. La llave en el contacto. Pensar en nunca más. En por que. Suspiro. Dolor de cabeza. Arrancar. La música…
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