martes, 15 de abril de 2008

Reliquias II...

Segunda parte de la recuperación de estupideces de mitad del mar. Ya queda poco que cargar en la grúa.

29 junio
¿Qué ostias quiero decir?
¿Qué significa querer a alguien? vaya pregunta. Una persona cualquiera podría decir que es algo difícil de explicar. Incluso podría decir que es algo que no se puede explicar, tan solo puede sentirse. Todos estaríamos de acuerdo con esa respuesta sin dudarlo. Pero si nos paramos a pensar, nótese que he dicho pensar, no sentir, no daremos cuenta de que no es cierto. Esa es tan solo una estúpida respuesta más a una estúpida pregunta. Querer a alguien significa nada más y nada menos que querer a alguien. Solamente eso. No se trata de mariposas en el estomago, ni de que sientas que todo da vueltas cuando toca tu mano. No se trata de que lo único que desees en el mundo sea su compañía. Todo eso es una mentira que Richard Gere y Julia Roberts nos han hecho creer. Querer a alguien es esperar a que llegue, estoicamente, pero querer a alguien también es correr para llegar a tiempo y no hacer que espere. Querer a alguien es no protestar porque no te dio un beso, ni te dijo te quiero, pero también es dar todos los besos que sean necesarios, y decir te quiero si es verdad. Cuando quieres a alguien te levantas por la noche a por agua, pero si tienes sed, intentas levantarte de la cama sin hacer ruido para que no se despierte, y si lo hace, le besas la frente para que se calme. Parece sencillo y no lo es. Cuando alguien te quiere, te dice, que no importa, que espera aunque pierdas el autobús. Pero eso no significa que quiere que pierdas el autobús.

Y claro, ahora me surge una duda. Es una duda evidente y que a cualquiera se le puede ocurrir. ¿Qué pasa cuando quieres a una persona, pero esa persona no te quiere? La persona aleatoria que ha contestado antes, diría: pues que estás jodido. Y esta vez tiene razón, estás jodido. Porque irás a por agua sin beso en la frente y esperarás a que llegue. Pero serás estúpidamente feliz. O por lo menos eso parecerá al principio. Tu única fuente de felicidad será la suya. Y claro, al principio harás feliz a esa persona, y según el principio anteriormente comentado tú serás feliz.

Pero hay un problema. Yo que soy creyente diré que Dios, que es un cachondo, hizo que las personas no puedan ser felices sin querer a alguien. Otros apelaran a la mala suerte. Ese no es nuestro tema de discusión. El caso es que al final si quieres a alguien que no te quiere, volvemos al principio, estás jodido. En el supuesto de que ese amor sea correspondido, veamos, esa persona a la que volvemos continuamente diría que la vida se convierte en maravillosa. Yo digo que esta vez, vuelvo a no estar de acuerdo. Tu vida se convierte sin darte cuenta en una lucha continua contra ti mismo. Necesitas hacer feliz a la otra persona y te olvidas de ti, pero resulta que la otra persona necesita tu felicidad para serlo ella. Coño, que movida.

Al final los dos jodidos. Cual es la solución se preguntará mucha gente. Las soluciones posibles son varias. No querer a nadie, pero ya hemos comentado lo del cachondeo que se trae el de arriba. Joderte siendo infeliz, cosa que en esta sociedad es bastante habitual o la que mas me gusta, querer a la persona que te quiere siendo consciente de que lo haces siempre y cuando la otra persona también sea consciente de que quiere a la persona que le quiere. De nuevo, coño, que movida. Porque parece algo evidente, pero no lo es. Cuando no se es consciente, se discute durante horas por quien de los dos va a por el agua. Cuando se es consciente, vas a por el agua y te llevas un beso. Así de sencillo. Todo este coñazo para decirte que te quiero, que quiero que lo sepas, y de paso, los dos dejemos de ser unos inconscientes.

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