martes, 1 de abril de 2008

Volver...

Esta es la primera de las estupideces varias de estos días. Pues eso, volver, ¿para qué?, si no hay a donde hacerlo... Solo quedan un montón de lugares que resultan extraños, un montón de historias que resultan extrañas, un montón de flores que resultan extrañas...

Volver no sirve de nada
sin las sonrisas que recordaba,
sin las personas que me inventé en tu ausencia,
sin tenerte como antaño.

Volver no sirve de nada
si no existes,
si no vienes a mis brazos en mis caprichos,
si no muerdes mis labios en el frío,
y tomas mi pelo en el calor.

Volver no sirve de nada
sin corazas, ni armaduras de miradas,
sin dolores en el pecho,
sin sabores a limón y a ajo.

Volver no sirve de nada
sin tus manos,
sin tu pelo, que dicta sentencia y me alcanza,
me hiere, me tumba,
me ama,
y tu sobre mi,
volver no tiene sentido
sin ti sobre mi.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta el tema, creo que se puede aplicar a cualquier viaje, de hecho creo que es parte del encanto de viajar.

Después de hacer un viaje sólo quieres volver allí, pero evidentemente allí no queda nada de lo que echas de menos, porque al final es la relación que haces con las personas que han vivido contigo ese viaje lo que echas de menos, esa galaxia única e irrepetible que no se volverá a dar, porque el siguiente viaje será distinto, el lugar, las personas, las experiencias.

La foto era mucho mejor en color, aunque fuera amarilla