domingo, 6 de abril de 2008

Por mis buenas razones...

Bueno, hoy toca chapa rollo psicólogo argentino. Todo esto va a salir un poco aturullado. Tengo en mi garganta medio millón de palabras desconocidas y sin sentido, y me tiembla tanto la voz...

He encontrado un lugar donde me vuelven a temblar las manos, un lugar donde los miedos solo sean impulsos para saltar al vacío, un lugar donde las limitaciones no son vinculantes, porque ella me "deslimita". Es un lugar en el que quiero descansar de mi camino, sin duda, es el lugar donde la brisa aporta sus olores. Donde mi color gris tiene más de mil millones de tonalidades. Es por fin el lugar al que regresar.

Al que regresar cada tarde cuando todo el mundo está en tu contra. El lugar al que regresar para ser feliz. Para ser la persona que la haga feliz. Para darle los cuatro dolores que llevo en mi bolsillo, mis dieciséis complejos, mis veintidós dudas existenciales y toda, toda mi torpeza. Porque una noche es suficiente para saber que mi lugar al que regresar eres tú. Y la vida del universo se queda corta para entregarme a placeres desconocidos y emociones y estímulos ansiados. Por fin el lugar al que regresar.



Solo con mirarme...

Sentía la humedad en mis pulmones,
volviendo a henchirse de vida,
de aire,
de su aliento.

Sentía mi anquilosado corazón
volver a latir,
volver a sangrar,
para darle alma a mis manos.

Sentía el alquitrán de mi cerebro
desvanecerse,
huir como marea negra,
como albatros de una costa oscura,
hacia a algún lugar.

Sentía la vida otra vez
en mi boca...

...y ella tan solo me estaba mirando...

...y si me besa...


En todo momento y en todo lugar

Conozco tu felicidad,
tus labios, tus miradas, tus sonrisas,
cuando eres feliz.

Y son tan hermosas,
tan placenteras...

Y yo sin embargo me muero
por conocer
tus labios en las noches frías,
doloridos, cansados
tras un infierno en el mundo exterior,
tristes.
Me muero por probar
el sabor de tus labios un día triste,
un día cualquiera.

Y yo sin embargo me muero
por conocer
tus miradas con el brillo ya agotado,
con lágrimas de tristeza,
enormes,
gritando auxilio,
tristes.
Me muero por tener tu mirada
frente a la mía un día triste,
un día cualquiera.

Y yo sin embargo me muero
por conocer
la ausencia de tu sonrisa,
el alma hecha girones,
cabezabajo las ganas de todo,
y tus sonrisas, tristes.
Me muero por rozar con los dedos
tu alma un día triste,
un día cualquiera.

Porque conozco tu felicidad,
tus labios, tus miradas, tus sonrisas,
cuando eres feliz,
y quiero conocerte
en todo momento y en todo lugar.


Y de regalo al final una de esas canciones que pueden hablar de muchas cosas, y que yo interpreto como me sale de la oreja.

4 comentarios:

Rocío dijo...

Joder, sin palabras me he quedado. Bueno, sí, tengo una: felicidades.

Anónimo dijo...

Me he dado cuenta de que un tiempo a estar parte entro en tu blog esperando, deseando que hayas escrito algo como esto, que me emocione y me haga sentir. Pero sobre todo, deseo que "ella" se dé por aludida, que se decida a saltar al vacío y se haga consciente de su fortuna, porque todas las "ellas" querríamos tener alguien que nos escriba así.

Aprendiz dijo...

Un día nos sentaremos a hablar, tranquilamente. Hay mucho que contar, pero con calma y tiempo. Yo si que estoy emocionado. Me siento con suerte, me siento optimista, y me siento capaz.

Gracias Rocío, preciosa, pero las felicidades para cuando Wendy decida que el tonto de Peter Pan, por lo menos es divertido.

Anónimo dijo...

Que tú te sientas optimista y capaz sí que es todo un notición!!! Nos sentamos cuando quieras, sabes que disfruto de nuestras charlas sobre todo y sobre nada.